El grupo Recorded Future denunció esta semana que un grupo de hackers chinos habría impactado la red computarizada del estado Vaticano.
Se trata de una del grupo chino patrocinado por el Estado “RedDelta”, que atacó al Vaticano y a las organizaciones católicas.
Recorded Future dijo en un comunicado que la información proviene del informe general.
La compañía aseguró que RedDelta es un grupo de actividad de amenaza, patrocinado por el gobierno chino.
“La sospecha de intrusión en el Vaticano ofrecería a RedDelta una visión de la posición negociadora de la Santa Sede antes de la renovación del acuerdo en septiembre de 2020”, dijo Recorded Future.
El influyente diraio The New York Times reportó el miércoles que las redes de computadoras del Vaticano fueron violadas por los “piratas informáticos chinos” desde el mes de mayo, en un aparente esfuerzo de espionaje antes del inicio de conversaciones sensibles entre la Iglesia Católica Romana y la China comunista.
El diario dice que en el ámbito del ataque -descubierto por la empresa privada de vigilancia y seguridad cibernética con sede en EE.UU., Recorded Future-, parece ser la primera vez que los piratas informáticos han sido capturados públicamente penetrando directamente el Vaticano y un grupo de representantes de esa sede eclesial con sede en Hong Kong que han negociado con China sobre el estado de la Iglesia en el continente.
Según el artículo, los expertos en ciberseguridad de Recorded Future presumen que los hackers están trabajando para el gobierno chino.
Se espera que el Vaticano y China comiencen las conversaciones en septiembre sobre la renovación de un acuerdo provisional que alcanzaron en 2018 que le da al Papa la última palabra sobre los obispos seleccionados por el Partido Comunista para la Iglesia Católica sancionada por el estado. El Times dice que las revelaciones seguramente enojarán al Vaticano y complicarán aún más su relación con el gobierno chino.
Las dos partes cortaron los lazos diplomáticos formales en 1951. El Vaticano reconoce oficialmente a Taiwán, la isla autónoma que Beijing afirma que es un territorio separatista deshonesto que debe estar bajo su control. Si el Vaticano y China restablecen las relaciones diplomáticas, los funcionarios chinos seguramente exigirán que la Iglesia corte todos los lazos con Taiwán.
China reconoce oficialmente el catolicismo y otras cuatro religiones, pero los funcionarios del Partido Comunista a menudo sospechan que los grupos religiosos y los fieles representan una amenaza para la seguridad nacional y están trabajando para socavar el control del partido sobre el poder.
Las autoridades a menudo han utilizado ataques cibernéticos para recopilar información sobre grupos como los tibetanos budistas, los uigures musulmanes y los miembros de la ilegalizada Falun Gong que operan fuera de China.