Tina Turner, rota por la muerte de Rhonda Graam, amante de su ex, dama de honor en su segunda boda y uno de los grandes pilares de su vida

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Tina Turner, rota por la muerte de Rhonda Graam, amante de su ex, dama de honor en su segunda boda y uno de los grandes pilares de su vida

Tina Turner, la reina del rock, retirada definitivamente desde 2013, nació hace 81 años como Anna Mae Bullock. Tina Turner es su nombre artístico, al que llegó a través del hombre con quien alcanzaría la fama y descendería a sus infiernos. Conoció a Ike Turner cuando él era miembro de Kings of Rhytm, el grupo del momento, y ella cantaba con su hermana Alline en los clubes de San Luis, la ciudad de Misuri a la que acababan de llegar tratando de seguir adelante. La banda tenía costumbre de pasar el micrófono entre el público para que sus muchas seguidoras cantasen alguna de sus canciones. Una noche, le tocó a Alline, que cedió el turno a su hermana Anna Mae. Aquella voz de la joven de 16 años, fascinó a Ike. Se convirtió en solita del grupo y acabaron formando un exitoso dúo durante finales de los años 50 y la década de los 60. Ella ya se había convertido en Tina Turner pero no lo fue oficialmente hasta que se casó con Ike el 26 de noviembre de 1962 -el día de su 23 cumpleaños. La boda, y sobre todo la noche de bodas, fue lo más alejado de una noche romántica.

Ike y Tina Turner posan en 1963. © Getty Images

Se casaron en Tijuana y pasaron la noche en un burdel, como ella misma reveló en su biografía My love story. Pronto se daría cuenta de que para él, ella era parte de su negocio. Su vida se convirtió en una constante de maltrato físico y psicológico mientras en el escenario se iba moldeando la reina del rock. Revivía lo complicada que había sido su niñez, su padre maltrataba a su madre, y ambos la abandonaron siendo muy pequeña. Soportaba la vida de Ike, llena de excesos -drogas y mujeres con las que mantenía relaciones sexuales. “Ike se acostó, o al menos lo intentó, con todas las mujeres de nuestro círculo, ya estuvieran casadas, solteras o lo que fuera”, confesó Tina tiempo después. Entre ellas, su buena amiga Rhonda Gramm, cuya muerte ha dejado rota a la artista, como ella misma ha lamentado en sus redes sociales compartiendo una foto de ambas subidas en una bicicleta que podría ser un regalo porque tiene el manillar envuelto en lazo.

Se desconoce dónde se captó la imagen aunque podría haber sido en España, en alguno de los conciertos que trajeron a la diva a nuestro país -en 1990, actuó en Madrid, Barcelona y Gijón en una gira 30 años después de grabar su primer disco-, ya que tras ellas aparece el cuadro de un torero vestido con traje de luces: “Tengo el corazón partido. Rhonda era mi querida amiga y confidente. Ella creyó en mí antes que nadie y extrañaré profundamente su buen corazón, humor y sabios consejos. Siempre apreciaré su amistad. Descansa en paz”, ha escrito la cantante.

A Rhonda recurrió Tina después de que lograra dejar a Ike. Con ella había trabajado la pareja, e incluso escribió el tema Doo Wah Ditty, una cara B del single lanzado en 1971 Up in head. Fue en julio de 1976, en Dallas. Tina e Ike habían ido a actuar y en el trayecto comenzaron a pelearse. Ella le devolvía los golpes por primera vez. Durante el concierto pensó en la posibilidad de escapar. Y así lo hizo. Cuando en la habitación Ike se durmió, Tina recogió sus cosas y se marchó con el lógico temor de que él la encontrara.

En esos difíciles comienzos en los que se alojaba en casa de algunos amigos budistas a los que había conocido cuando comenzó a meditar, llamó a Rhonda para que fuera, además de su apoyo, su representante. Que hubiera sido amante de Ike era lo de menos. Con mucho esfuerzo, comenzaron a lograr actuaciones y Tina, a ganar dinero por primera vez en muchos años. Ike no se quedó mirando de brazos cruzados como su mujer le dejaba con la ayuda de su amiga. Una noche se acercó a su casa en la que vivía con sus cuatro hijos -Craig, el que tuvo con el saxofonista del grupo de Ike Raymond Hill, los dos hijos de él, Ike y Michael, y el que tuvieron juntos, Ronald- y disparó al coche de Rhonda y a las ventanas de la casa. Mientras Ike pretendía ponerla en su sitio contratando a un matón, Tina compró un arma, aprendió a usarla y decidió que necesitaba un manager más experto que Rhonda. Ella seguiría siendo su amiga, pero Tina comenzó a trabajar con Roger Davies, y su carrera comenzaría a cambiar para siempre. Giras en el extranjero, colaboraciones con los Rolling Stones y David Bowie, ya en 1983, rendido en Nueva York ante su cantante favorita. Rhonda, en ese momento, ya era su asistente personal -como siguió siendo hasta su jubilación en 2009-, además de uno de los grandes pilares de la vida de Tina Turner.

Poco después Ike le propuso un espectáculo común, con Cher y Sonny -pareja con similitudes a la formada los Turner-. Las dos rechazaron aquella idea que solo les recordaría la violencia y los abusos a las que habían sido sometidas. No lo necesitaban en absoluto. Fue en esa época, en 1986, cuando Tina volvió a encontrar el amor junto a quien sería su segundo marido, el ejecutivo alemán, Erwin Bach, 16 años menor que ella. Casi 30 años tuvieron que pasar hasta que decidieron casare. Fue en Zúrich en 2013, en la casa que compartían desde hacía una década y media ante más de un centenar de testigos, entre ellos David Bowie, Giorgio Armani y Oprah Winfrey. Durante todos esos años Rhonda permaneció a su lado, muestra de ello es que fue dama de honor de la boda. Con Bach y en Suiza, donde se retiró y donde sigue viviendo, encontró un equilibrio muy necesario, también en los peores momentos cuando la diva sufrió un cáncer y una insuficiencia renal que superó con un riñón donado por su marido. El suicidio de su hijo mayor, Craig, en 2018, fue uno de los grandes golpes de su vida. Decir adiós a Rhonda no lo es menos.