La historia de Frágil comienza en el distrito de Breña, un lugar que todavía acoge a Octavio Castillo, conocido cariñosamente como ‘Tavo’, quien es el actual tecladista y piedra angular de la banda. Desde temprana edad, Tavo sintió una fascinación por la música y se enamoró del bongó, pero fue la guitarra eléctrica la que eventualmente daría forma a sus mayores sueños. En 1970, junto a Luis Valderrama y algunos amigos más, decidieron formar un grupo al que llamaron Los Tippets. Comenzaron tocando música instrumental, pero con el tiempo evolucionaron hacia los covers de bandas como Yes y Genesis hasta finalmente encontrar su propia identidad y alcanzar el éxito con uno de sus temas más icónicos: “Avenida Larco”.

Casi cuarenta años después del lanzamiento de este inolvidable hit y en medio de la actual emergencia sanitaria, los miembros de Frágil se embarcaron en la grabación de su primer concierto virtual en las instalaciones del Teatro Peruano Japonés. Este momento fue oportuno para reflexionar sobre la azarosa historia de la agrupación, caracterizada por la intermitencia de sus vocalistas y los problemas internos que en algún momento frenaron su despegue internacional.

La Completa Formación de la Agrupación

La formación completa de Frágil se dio cuando Tavo, Luis Valderrama y Harry Antón (batería) conocieron a César Bustamante, quien se convertiría en el bajista del grupo. Sin embargo, faltaba un vocalista que encajara con su estilo musical. Así fue como encontraron a Andrés Dulude. La llegada de Dulude a la banda fue un proceso singular, ya que en un principio tuvo algunas dudas sobre su permanencia debido a que las canciones que debía interpretar le resultaban un tanto difíciles. Sin embargo, con el tiempo se acopló perfectamente y así nació una amistad que se traduciría en una fructífera carrera musical.

El Origen del Nombre Frágil

Antes de conocer a Andrés, la banda ya tenía un nombre: Fragile. Un amigo promotor, Fernando Guillén, los invitó a abrir un show para una banda llamada Toilet Paper en el colegio La Salle. Aunque se sentían inseguros, Fernando los alentó diciendo que ya estaban listos. Fue entonces cuando les preguntó el nombre de la banda, y sin pensarlo mucho, les dijo: “Ustedes son Fragile”, en inglés. A ellos les gustó la idea porque en ese tiempo había un álbum de Yes con ese mismo nombre. Posteriormente, con la llegada de Andrés a la agrupación, el nombre pasó a castellanizarse y se convirtió en Frágil.

La Primera Creación Musical

La primera creación musical de la banda se tituló “Floral” y fue compuesta por Andrés Dulude, aunque recibió los arreglos del resto de los miembros. Su estreno se produjo en un concierto en la Concha Acústica del parque Salazar, donde tuvieron una excelente acogida del público, lo que los motivó a centrarse más en la composición de sus propios temas.

El Largo Camino Hasta “Avenida Larco”

Desde la formación de la banda hasta el lanzamiento de “Avenida Larco” transcurrieron cuatro años, durante los cuales Frágil se dedicó a tocar en teatros, con un espectáculo impactante de luces y sonido que incorporaba elementos multimedia y teatrales, al estilo de las bandas como Genesis. Durante esta época, también realizaron la transición desde interpretar solo covers hasta incorporar cada vez más sus propias creaciones musicales.

El Éxito Inesperado de “Avenida Larco”

A fines de 1979, llegó la oportunidad de grabar su primer álbum gracias a la inversión de los hermanos Delgado Pastorino, quienes estaban interesados en producir una banda en Perú. Aunque las condiciones del contrato no fueron las mejores, la banda aceptó para poder grabar su propio trabajo. Fue así como se gestó el video musical de “Avenida Larco”, que se convirtió en el primer video de rock en castellano realizado en el Perú y, posiblemente, en Latinoamérica. El tema, que en un principio era considerado el “patito feo” del álbum, se convirtió en un rotundo éxito, gracias en parte a la inesperada y generosa rotación que tuvo en los medios de comunicación.

Las Intempestivas Salidas de Vocalistas

A pesar del éxito alcanzado con el lanzamiento de su primer álbum, la banda enfrentó la primera de varias salidas de su vocalista, Andrés Dulude. Las tensiones y problemas internos, sumados a egos enfrentados, contribuyeron a esta situación. Aunque Andrés dejó la banda en diversas ocasiones, en algunas ocasiones volvió a reintegrarse.

El Difícil Camino Hacia el Éxito Internacional

Frágil tuvo la oportunidad de proyectarse internacionalmente con un promisorio proyecto en Argentina, pero diversos inconvenientes y la eventual salida de Andrés Dulude de la banda frustraron esta posibilidad. Sin embargo, la banda continuó trabajando con otros vocalistas, como Piñín Folgado, y lanzando nuevos álbumes.

El Legado de Frágil y su Evolución Musical

A lo largo de más de cuarenta años de carrera, Frágil ha lanzado cinco discos, un recopilatorio y varios singles. Su música ha evolucionado desde el rock progresivo hacia un estilo más rock and roll y melódico, pero siempre manteniendo un toque progresivo en sus composiciones. Temas como “Oda al Tulipán”, “Obertura”, “Huarmi” y “Sorpresa del tiempo” son muestra de la riqueza musical que ha dejado la banda a lo largo de su historia.

El Presente y Futuro de Frágil

En la actualidad, Frágil sigue activo, aunque su popularidad masiva de los años 80 no se ha replicado. Sin embargo, siguen tocando y lanzando música, y han abrazado las nuevas tecnologías para adaptarse a la era digital. Conciertos virtuales, presentaciones en plataformas de streaming y el contacto con sus seguidores a través de redes sociales les han permitido mantener viva la llama musical.

En conclusión, la historia de Frágil es una montaña rusa de éxitos y desafíos, marcada por la perseverancia de sus miembros y su amor por la música. A lo largo de los años, han dejado una huella significativa en la escena musical peruana y han sido pioneros en su género.

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Pero el boom de la agrupación que llevó el quechua al rock y el blues, ocurrió en el 2000, cuando lanzaron su sencillo “Corazón contento”, incluido en su álbum “Qukman Muskiy”. “[Uchpa] Se hizo algo mediático, era la novedad. Pero lo mediático sube como la espuma y mantenerlo es muy difícil”, apuntó Maizel para RPP Noticias.

Actualmente, con una industria musical diezmada por la crisis global del nuevo coronavirus, la banda busca adaptarse a la nueva normalidad y le toma el pulso al terreno digital, con un concierto virtual que ofrecerá el 17 de julio vía streaming en Facebook. Una oportunidad, advirtió Maizel, para reponerse de estos tiempos recios.

“No hemos tenido ahorros para vivir, la pandemia nos ha golpeado duramente. Es un concierto que nos da un dinerito. Y en este momento streaming, nos adaptamos a las reglas de juego. Un músico debe pagar recibos de alquiler, luz, agua, y [estos] no se pagan con ‘likes’ en Instagram o Facebook. Espero que la gente se sensibilice”, apuntó el guitarrista.

“EL PERÚ NO ES ROCKERO”

De acuerdo con Marcos Maizel, es difícil apostar por el rock en el Perú. Más aún si sus letras son escritas y entonadas en quechua, un idioma constantemente marginado, y su melodía fusiona un género sin mucho empuje mediático con otros propios del folclore peruano. De allí que, por su condición de rara avis, considere a Uchpa como un “fenómeno”.

“Voy a decir algo duro: el Perú no es rockero”, diagnosticó Maizel. “Al Perú le gusta la cumbia, la chicha, la salsa, el pop y las baladas. Lo que el peruano define como rock es baladas nueva ola. Es un público difícil cuando uno entra con una guitarra crujiente y una batería fuerte y un amigo cantando en quechua”, añadió.

Pero un instante mágico sobreviene cuando los espectadores oyen este cóctel por primera vez. “Primero se enganchan con la música, después sienten el mensaje de que es un rock peruano. Se sienten orgullosos”, señaló Maizel, quien conoce esta epifanía al estar más de dos décadas al frente de Uchpa y que enfatiza como atributo la “identidad peruana” que transmite la banda en todo el mundo.

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Otra banda muy importante de la década fue Los Shain’s, también formados en el 1964. Fueron influenciados por bandas como The Ventures, propias de un estilo surf rock estadounidense, para luego pasar a un estilo más psicodélico. Otra banda importante fueron Los York’s, quienes más bien eran influenciados por bandas británicas como los Rolling Stones y The Kinks. Llegaron a grabar cuatro LP”.

Fuente: Wikipedia

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Pamela creció rodeada de música por su familia. A los siete años fue solista del coro de su escuela y esto la hizo participar como invitada especial en el coro de niños del Conservatorio Nacional. A los diez años ganó un concurso internacional de talentos de la televisión local, el cual la llevó a representar a su país en España. A la vuelta de eso, empezó a cantar profesionalmente acompañada en principio por el reconocido pianista y compositor peruano Victor Merino. Para los doce años ya había recorrido varios lugares del circuito musical limeño, y a esa edad aprendió a tocar la guitarra y a componer. Al año siguiente estudió, gracias a una beca, teoría musical junto al músico Jorge Madueño. En esos tiempos, con algunas composiciones propias, armó una banda con amigos. Siendo una quinceañera ya era parte de la movida rockera local junto a su banda Wicca. Ese proyecto duró un lustro, pero llegó a participar en festivales al lado de bandas conocidas de su país. Finalizada esa etapa grupal, decidió aventurarse como solista y se enfrascó en un proceso largo pero personal de recolectar viejas composiciones, así como de crear nuevas para su primer disco. A la par, participó de la banda tributo a Pink Floyd, Big Pink. También fue parte de los inicios del proyecto Las Amigas de Nadie, y colaboró con José Arbulú y con la banda Mar de Copas en algunos de sus discos.

Pamela llegó a presentarse, tanto en la capital como en otras ciudades del Perú, con esos proyectos y con su disco solista. Ese trabajo contó con doce temas de su autoría, entre los que Pamela pasea su voz por los latidos de su corazón. En 2016, tomó el ukelele y sacó la cristalina pero no frágil “Ayer te vi”, single que formó parte de la banda sonora de la película Margarita, escrita por Vanessa Saba y dirigida por Frank Pérez Garland.

Ocho años después de su primer disco, Pamela nos comparte “Imperfecto“, adelanto de su segundo trabajo discográfico. La canción fue producida por su ya recurrente colaborador Rafo Arbulú, ganador de una Lengua de MTV y nominado al Grammy Latino en la categoría de Ingeniería de Sonido. Él había grabado y mezclado en el estudio Mega la primera placa discográfica de Pamela, pero se conocen desde el tiempo final de Wicca. Sobre su relación personal y laboral, cuenta ella: “No solo es uno de mis mejores amigos, sino también es como mi mentor. Con él he estudiado música, hemos llevado muchos cursos de Berkley juntos. Es como mi mano derecha y mi otro cerebro en cuanto a plasmar lo que yo quiero plasmar con mis canciones. Mis ideas siempre las respeta. Él no impone, ya que trabaja en equipo y tiene mucha más experiencia que yo”. Acerca de las ideas que viene accionando, dice: “Ultimamente las guitarras solo las hemos grabado Rafo y yo, porque soy guitarrista también. Ahora me gustaría no sobreproducir tanto las canciones, hacerlo con menos arreglos, menos músicos. Más veraz, más transparente, más esencia. De hecho, he dejado la guitarra eléctrica y estoy ahora con la electro-acústica. Componiendo todo y tocando en vivo también”. De eso va el sucesor de su debut, prosigue: “De hecho en el nuevo disco, que espero salga este año, la onda va mucho mas por ahí. Va más con sacar las canciones sin revestirlas tanto, lo mas honestas que sean. Ahora todo es más terrenal, mucho más acústico”.

Los tiempos de Pamela entre una producción y otra son largos, y nos aclara el porqué: “Yo soy una compositora muy emocional, y no suelo ejercitar mi composición como una práctica o de manera técnica. Tengo el conocimiento pero no lo uso de esa manera. Mis canciones salen más en un momento especifico creativo. Y cuando no estoy emocionalmente a ello, simplemente no lo fuerzo. Así que de oficio no soy de forzarme a sacar una fórmula para hacer una canción si es que no me siento con la necesidad de decir algo. Durante mucho tiempo no tuve ganas de decir nada, dicho sea de paso”. Y acota de modo más profundo: “Estaba emocionalmente no disponible para hacer música. E incluso, pensé en renunciar. Finalmente, llevando a cabo varios procesos personales y limpiándome de varias historias que pasé, me pude dar cuenta que no era posible porque es la única razón por la cual, básicamente, estoy viva. Entonces comencé a reconectarme con mi modo de componer, que se volvió más receptivo conmigo misma, con mis errores e imperfecciones”.

Sobre la génesis de este nuevo adelanto, agrega: “‘Imperfecto’ nació hace años, en un espacio de tiempo en el que yo no me sentía muy bien. De hecho para mí es muy importante hablar de salud mental, porque yo no la paso bien por épocas. En ese tiempo me dio un bajón bien fuerte. De repente, como de nada, sentí que podía salir un poco del hoyo y agarré la guitarra y me salió esta canción que me dio la posibilidad de no victimizarme dentro de la porquería que estaba viviendo. Así que la hice en realidad para mí, para darme fuerzas y no pensé nunca editarla ni compartirla porque era muy personal. La tuve escondida un buen tiempo, hasta que comencé a tocarla en vivo. Y como a la gente le gustó mucho, decidí editarla. En el proceso me habrá llevado un mes grabarla en el estudio”.

“Decidí sacarla justo ahora porque, como a mí, en un espacio muy negativo, me ayudó muchísimo. Siento que podía, quizás a alguien, muy humildemente, hacer una diferencia en esta época tan nueva y tan rara, tal vez un poco de esperanza cae como bien. Te empuja un poco a levantarte, a sacudirte las energías oscuras y a seguir… que es lo que, básicamente, hay que hacer ahora, seguir viviendo”, cuenta Pamela. Además, agrega: “Voy a sacar varias canciones más y creo que es una de las más importantes del segundo disco que voy a hacer”. No hay duda que es importante y se acompaña de un lyric video realizado a mano por la ilustradora peruana Adriana Galbani. En él podemos observar algunos detalles personales de Pamela, como la correa que usa para colgarse la guitarra, un cofrecito que tiene (que es de una guitarrita de lata que fue un regalo muy especial) y las uñas con las que toca (de la cual tiene una colección). Algo muy orgánico, que va muy bien con el concepto que está trabajando.

En esta nueva etapa, su sonido ha pasado de ser rockero y potente a ser más honesto y dinámico. A jugar más con las emociones, que jugar con el poder y la energía. Ahora juega con la ternura y con el dolor, no desde la desesperación sino desde el encierro, lo muy interno.

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Tavo Castillo, líder y fundador de la banda nacional Frágil, anunció que transmitirán este 8 de agosto su primer concierto virtual y calificó esta posibilidad de reunirse nuevamente con la banda sobre un escenario de un momento “mágico”.

“Ha sido mágico subir a un gran escenario nuevamente juntos”, afirma Tavo en un alto a los ensayos  del show que van a ofrecer  desde el Teatro Peruano Japonés al que lo han llamado “Frágil, Av. Larco por siempre”; el cual será transmitido a nivel internacional, vía online.

“Frágil” está formado hoy por Tavo Castillo (teclados), Jorge Durand (batería), César Bustamante (bajo), Álex Rojas (voz) y Domel Cubas (guitarra).  Ellos hoy celebran la oportunidad para adecuarse a los nuevos tiempos y ofrecer su primer concierto desde un escenario real, a sala vacía, con todos los protocolos establecidos en la lucha contra la pandemia covid 19.

 

Mira aquí su video de invitación

Los músicos recuerdan que ofrecieron su último show en vivo, dos días antes de que se iniciara la cuarentena que paralizó al país y a nuestra industria el entretenimiento que ahora se reinventa.

“Estamos muy felices de volver a juntarnos con los compañeros en un mismo escenario. Prepárense para recibir toda la fuerza de nuestra música, porque, aunque nos llamamos Frágil, para nada los somos”, coinciden los músicos.

Canciones como “Animales”,” La noche”, “Ángel”, “Pilón”, “Aquella niña” y su versión de “Vienes y te vas” serán parte del esperado repertorio de este concierto virtual que podrá ser seguido desde cualquier parte del Planeta.  Infaltable, por supuesto, será el himno generacional “Av. Larco”, canción de la que músicos y seguidores celebran sus cuatro décadas de vigencia.

“Hermanos y hermanas, seguidores de Frágil, queremos invitarlos a que adquieran sus entradas, ya están disponibles en Teleticket. Apoyen, la música, apoyen al rock peruano, así que el 8 de agosto nos vemos”, invita Alex Rojas, hijo del querido y recordado rockero Gerardo Manuel, la voz de la agrupación.

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Un microbús lo atropelló en el año 75. En la avenida Abancay, frente al Ministerio de Educación. En medio de la pista, mientras subía al ómnibus, cambió el semáforo. El chofer cerró la puerta sin darse cuenta y arrancó. Sus brazos quedaron adentro y su cuerpo afuera. El bus avanzó media cuadra. Él terminó debajo de una llanta. Al día siguiente tenía que tocar en Huancayo con PAX, entonces exitoso grupo de hard rock. Y él era el baterista. Abandonó la batería, pero no la música. Así nació Ave Acústica, que la define como neo folclore, que sin pretenderlo lo llevó hasta Japón.

El camino de Miguel Flores ha sido de geografías diversas. Fue director del INC, gerente de ATV, tuvo una organización de gestión cultural, realizó producciones audiovisuales y ahora alista la aplicación Altoke (altokepedidos.pe) para colaborar con la comunidad shipiba de Cantagallo. A la vez, prepara un proyecto experimental sonoro con la actriz Muki Sabogal y emprende la creación de un colectivo, donde ya figura Juan Rebaza, el compositor de “Soy provinciano”.

Estudiaba Economía en la Universidad del Pacífico. Abandonó la prometedora carrera profesional por PAX. “Pero Miguel, eres un imbécil”, recuerda las palabras amargas de su tutor. “Y ahí me di cuenta de que la música me importaba más”, afirma telefónicamente desde su propio encierro, en casa, naturalmente ermitaño.

-En 1980, de alguna forma, ya eras protagonista de la digitalización del mundo.

A fines del 79, un amigo que me seguía en PAX se llevó a Japón un casete con dos conciertos de Ave Acústica. De repente llegó una carta: “señor Flores, usted se viene a Japón, elija sus tres músicos, todo pagado”. Elegí a Manuel Miranda, Lucho Sotomayor y Eduardo Freire. Pero los del INC me llamaron molestos. Ellos habían recibido el pedido formal del gobierno japonés para que vaya un grupo de músicos y ya tenían como 40 grupos de nueva canción, trova, canción latinoamericana. Pero lo mío era ruido, rock, jazz, improvisación.

-¿Dirías que lo tuyo era un acto de vanguardia?

Sí, porque trabajábamos con audiovisuales. Era novedoso, pero en formato acústico. Lo único eléctrico era el bajo y lo que se pasaba en cintas, al revés, manipuladas. Lo demás eran guitarras, percusión y vientos andinos. Era un concepto muy dislocado de una tradición. Entonces, el INC se quejó conmigo, pero les mostré mi carta de Japón, que el director de teatro me había elegido. Finalmente, la Fundación Japón dijo que se haga lo que el director de teatro pedía. Y viajamos.

-¿Y qué pasó en Japón?

Nos convocó un grupo de teatro japonés que había estado antes en el Perú. Se llevó una copia de Ollantay (obra teatral) y la montaron allá. Por eso eligieron músicos peruanos. Este grupo pidió el auspicio de Yamaha, Ajinomoto y Toyota en Japón. Fueron 15 días de funciones a sala llena, doble función diaria, mil personas cada día. Nos pusieron cinco músicos japoneses, que tuvieron un tecladista que después se convirtió en Kitaro.

-¿Y cómo se dio tu acercamiento a lo digital en esa época?

Llegué al Japón cuando el país entero había tomado la decisión de dejar atrás lo analógico.

-Hoy atravesamos una circunstancia parecida en cuanto al cambio de paradigma. ¿Aquel cambio te intimidó?

A mí los cambios no me afectan en lo más mínimo.

-Después de esa experiencia en Japón volviste con otro chip al Perú.

Te voy a contar algo que puede sonar pedante. Cuando llegué a Tokio, me presentaron al director musical japonés de la obra. A las 48 horas, yo era el director musical. No sé qué hice, pero me dijeron que yo tenía que ser el director musical. Y luego quisieron que me quede en Japón. Cuatro productores me ofrecieron trabajo. Pero dije que no.

-¿Por qué hiciste eso?

Les dije: tengo una educación privilegiada y un deber con mi país.

-Estoy convencido de que una mayoría de personas diría que sí. Y que muchos tal vez desconfíen de tus palabras.

Pero es la verdad. Yo siento que mi educación es privilegiada y quiero que mi país la utilice y no otros, y en esa lucha estoy, más o menos, desde esa época hasta ahora. Yo sé lo que tengo metido en la cabeza y hasta ahora no he podido usar ni el 5%. Los japoneses insistieron que me quede: “te vas a un país primitivo, sin recursos, sin infraestructura”.

-¿No te arrepientes ahora?

Me he arrepentido varios millones de veces, pero a la larga siento que es lo que me tocaba hacer.

-También fuiste parte de las primeras generaciones del rock en el Perú.

Soy de la tercera generación del rock en el Perú. La primera tuvo a grupos como Los Incas Modernos. De ahí vienen Los Saicos. Y luego ya aparece PAX.

-¿Cómo era visto un rockero?

Como un vago. Era una cosa de jóvenes loquitos, algo sin trascendencia. Estuve en PAX durante el gobierno de Velasco, viajamos por todo el Perú en esa época. Contra todo lo que se dice, Velasco no nos hizo nada. Nos pasaba que tocábamos en un coliseo en Chimbote y el cartel era el Indio Mayta y PAX.

-PAX fue popular.

Movía una imagen artística y una economía. Si no salimos al extranjero fue por errores estratégicos. La cantante española Janette nos quería llevar a España, porque nos escuchó en vivo. Algo nos faltó como máquina de producción.

-Y en PAX tocaste con Gerardo Manuel, que acaba de fallecer. ¿Cómo lo recuerdas?

Muy cordial, muy querendón. Tengo muchas anécdotas con él. Con él grabamos “Radar de amor” en PAX. Estuvo en el grupo como dos años.

-¿Qué dirías que hizo Gerardo Manuel por el rock?

Fue un gran promotor. Consiguió tener un programa de televisión. Se preocupó por tener un espacio para el rock peruano. Y lo consiguió. Muchos hemos querido hacer un montón de cosas y no hemos podido, y él sí lo pudo hacer. Gerardo estaba dando pasos para que esto se convirtiera en una industria. Pero estaba solo. Tuvo que pelear con todo el mundo para que le hicieran caso al rock. Tenía que lidiar con la resistencia que había de todo el mundo, que quería que el rock fuera solo algo de adolescentes inmaduros.

-¿Musicalmente cuál será el paradigma? Hoy el patrón que manda en la industria es la estética del reggaetón y sus variantes. A la par, hay muchos nichos, micro escenas.

Creo que habrá grandes mundos separados. Hay una máquina que domina cosas como la electrónica y el reggaetón. Esa música es hecha para ganar plata. Pero si entras a YouTube te topas con docenas de segmentos, cuyos artistas tienen, por ejemplo, 52 millones de visualizaciones; han creado sus propios nichos y la gente les da dinero a través de sistemas como Patreon. Hay páginas muy de vanguardia o del recuerdo, ya para élites de millones de personas. Se han generado varios mundos paralelos.

-¿Hoy qué punto de quiebre estamos viviendo?

Ahora sí es un punto de quiebre. Tenemos un problema biológico y nos hemos dado cuenta de que no hemos usado las oportunidades de las nuevas tecnologías. Todo el mundo, a la carrera, está teniendo que hacer su tarea. Hace décadas y siglos, la gente tenía hijos porque necesitaba mano de obra, porque las religiones promovían eso. Ese esquema de vida ya terminó. Ya las familias tienen menos hijos, porque ya no son necesarios. La plata no alcanza, el tiempo no alcanza. Somos más gente de la que se puede administrar. Seremos menos seres humanos.

-¿Es cierta la premisa de que la tecnología nos deshumaniza?

Sí, pero eso no debería ser visto como un pecado. Lo primero que nos deshumaniza es el mismo hecho de ser más gente de la que podemos controlar como sociedad. En un experimento con monos se puede notar: metes a dos monos en una caja y son felices, se quieren; metes cuatro monos, son amigos; metes ocho, ya no son tan amigos; metes 20, se empiezan a pelear; metes 40 y se matan. Eso es exactamente lo que nos ha pasado a nosotros. Somos más personas de las que podemos alimentar, educar, vestir, dar salud. Con la pandemia la naturaleza está buscando su punto de equilibrio. A ello se suma el desastre ecológico que hemos hecho.

-Sin ánimo de ser ‘conspiranoico’, ¿esta pandemia pudo haber sido creada?

Es imposible saberlo. Pero hay gente que lo piensa y lo pretende, tiene el dinero y la tecnología para hacerlo. La naturaleza también busca manifestarse para lograr su equilibrio. Ha sucedido antes. Los dinosaurios generaron un desequilibrio y se extinguieron; tuvieron demasiado ‘éxito’ y no tenían el cerebro para controlarlo; a nosotros nos pasa lo mismo. Hemos tenido éxito y no hacemos buen uso del éxito; ese exceso genera el desequilibrio.

-¿Cómo hacemos un buen uso del éxito?

Siendo más mesurados. Es la ambición extrema la que hace que las cosas terminen cayendo. En principio, la ambición no es mala, pero si quien es ambicioso no se da cuenta dónde debe detenerse y buscar un equilibrio, irá por el mal camino. El problema con el balance es que es aburrido.

Proyecto virtual de Miguel Flores.

-¿Y cómo seremos después de la pandemia?

(Ríe). Exactamente los mismos.

-Pero tenemos que adaptarnos, cambiar. ¿Si no lo hacemos, seremos inútiles para la sociedad?

Sí y no. Si eres una persona convencional, eso te puede pasar. Pero cuando sujetas tu mundo en cosas como el arte, eso no te ocurrirá. Estoy trabajando con los Shipibos de Cantagallo y ellos producen obras de arte, que son absolutamente vigentes, pero necesitan un público que consuma sus obras. Por eso hemos puesto a su servicio una aplicación que les permitirá vender. Es un amarre de saber ancestral, arte tradicional y tecnologías de última generación. Siempre hay maneras de contrarrestar el efecto apocalíptico, destructivo. Cuando la gente se sensibiliza, se espiritualiza y empieza a necesitar menos recursos materiales; si esto pasa, necesitarás menos recursos económicos, mover menos dinero. Generas un posible equilibrio en el que no todo se maneja con dinero; se generan espacios de tranquilidad y de respiro para que la gente sea gente no porque grita sino porque sabe que hay algo positivo dentro de uno mismo.

-¿Ha llegado el momento del arte para generar balance?

Hay quienes dicen que después de toda pandemia viene una época donde el arte renace. Por eso el renacimiento. Podría ser que este sea un momento que apuntará en esa dirección también. La gente tiene dos opciones en el encierro: o me vuelvo loco o me doy cuenta de que hay cosas que suceden sin el movimiento físico, sin el contacto con otras personas, sin la adquisición de objetos que puedo tocar con las manos. Creo que eso generará un proceso renovador.

AUTOFICHA:

– “Soy Miguel Ángel Flores Espinoza. Tengo 69 años. Intenté estudiar Economía, pero lo dejé por la música y me dediqué íntegramente a ella. Lo que pasa es que yo estudio a título personal. Todo lo que leo son libros académicos, Lévi-Strauss, Adorno. La ficción la dejé atrás”.

– “Luis Alvarado (de Buh Records) me descubrió y ya ha sacado dos discos de mi música: uno para danza y el otro para teatro. Y tengo más música grabada. Él está viendo cuál es el tercer disco que sacará. Buh Records me ha permitido una internacionalización de mi trabajo que nunca esperé que sucediera. Pueden conocer y seguir mi trabajo en www.miguelflorese.com”.

– “El proyecto que hoy me entusiasma mucho es una aplicación que originalmente iba a ser para mover los pedidos de los restaurantes, pero nos dimos cuenta de que era un negocio complejo, y lo hemos movido para promover cultivos nativos, arte peruano y a desarrolladores”.

– “Ya hemos incorporado el primer grupo de gente que trabaja con cultivos nativos, estamos iniciando la parte de arte con los shipibos. Y, por otro lado, he encontrado un grupo enorme de desarrolladores que hacen cosas maravillosas para videojuegos, que necesitan un espacio para vender lo que hacen”.

– “También hemos conceptualizado un conjunto de eventos que combinan deporte y arte que estamos en proceso de modificar y virtualizar para poder realizarlos a pesar del confinamiento y la pandemia. Este será el punto de partida del turismo virtual más allá de la visita a paisajes y patrimonio, los cuales serán un elemento complementario en nuestro esquema de trabajo. Más información en www.perugrande.com”.

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26 de junio 2015 – Espacio Fundación Telefónica

Grupo Miel es un enjambre humanoide de pop ecléctico electrónico postmoderno que reta la digeribilidad del pop convencional al elevarlo a una frecuencia espacial de altos impactos neuro-epilépticos. Se formó en México en el año 2003, pero ya hace varios años que la nave ha aterrizado en Lima.

Discos Invisibles es un laboratorio de trabajo organizado por Jose Ignacio Lopez y diseñado para la exploración musical y el fomento del Arte Sonoro. Inicia sus actividades en la ciudad de Tijuana hace casi 15 años, trabajando en la generación de espacios para la presentación y distribución de experimentación musical electrónica a traves de conciertos, talleres, conferencias y la naciente cultura social de Internet y los netlabels. (Toamdo de la informacón del evento)

Miembros:

Jose Ignacio Lopez Ramirez Gaston en la mezclas galacticas

Ale Borea en la voz espacial

Carlos Andres Ortega en la guitarra ambiental

Juan Francisco Ortega en el bajo extraterrestre

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Concierto realizado el 09/09/89 en la recordada Peña Huascarán donde participarían las bandas Exilio, Desayunados, Combustible, Voz Propia, Eutanasia, Desconcierto y Kilowat y sus Cuchillos.

Fuente: Audiofobia

Foto: Blog Generación Cochebomba

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Espacio Fundación Telefónica Lima y Discos Invisibles presentan este 26 de junio la audiosesion a cargo de Porno Stars y el Grupo Miel.

https://www.facebook.com/events/860467710689486/860686570667600/

►Porno Stars: Frau Diamanda y Juka – emergió en 2009 y ha sido editado por el sello Discos Invisibles. Su propuesta se inclina al sonido electrónico y electropop como base, discurriendo también al noise y cyber punk. Difundiendo su manifiesto liberal y anti homofóbico se han presentado en diversos eventos por la libertad de género.

►Grupo Miel es un enjambre humanoide de pop ecléctico electrónico postmoderno que reta la digeribilidad del pop convencional al elevarlo a una frecuencia espacial de altos impactos neuro-epilépticos. Se formó en México en el año 2003, pero ya hace varios años que la nave ha aterrizado en Lima.

Discos Invisibles es un laboratorio de trabajo organizado por Jose Ignacio Lopez y diseñado para la exploración musical y el fomento del Arte Sonoro. Inicia sus actividades en la ciudad de Tijuana hace casi 15 años, trabajando en la generación de espacios para la presentación y distribución de experimentación musical electrónica a traves de conciertos, talleres, conferencias y la naciente cultura social de Internet y los netlabels.

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