La película “Risen”, dirigida por Kevin Reynolds y estrenada en 2016, presenta una aproximación poco convencional a uno de los eventos centrales de la fe cristiana: la resurrección de Jesucristo. La narrativa se desarrolla desde el punto de vista de Clavius, un tribuno romano interpretado por Joseph Fiennes, ofreciendo una perspectiva histórica y escéptica de los acontecimientos que siguieron a la crucifixión.

El filme combina elementos de thriller de investigación con drama histórico y exploración espiritual. La trama sigue a Clavius en su misión de encontrar el cuerpo desaparecido de Jesús, por orden de Poncio Pilato, para evitar un posible levantamiento de sus seguidores. Esta premisa sirve como punto de partida para una historia que examina los eventos bíblicos a través de una lente más secular y analítica.

Desarrollo de la trama y personajes

La narrativa de “Risen” se construye alrededor de la investigación de Clavius. El guión, escrito por Kevin Reynolds, lleva al espectador a través de una serie de interrogatorios, búsquedas y descubrimientos que gradualmente desafían las convicciones del protagonista. La estructura de la película permite explorar los eventos posteriores a la crucifixión desde una perspectiva diferente a la habitual en el cine religioso.

El personaje de Clavius, interpretado por Joseph Fiennes, experimenta una transformación a lo largo de la película. Inicialmente presentado como un soldado romano pragmático y escéptico, su encuentro con evidencias inexplicables y testimonios consistentes lo lleva a cuestionar sus creencias. Este arco de personaje sirve como vehículo para que la audiencia examine los eventos desde múltiples ángulos.

La película introduce a varios personajes bíblicos, incluidos los discípulos de Jesús y María Magdalena, presentándolos en el contexto de la investigación de Clavius. Tom Felton interpreta a Lucius, el ayudante de Clavius, añadiendo una dinámica adicional a las escenas de investigación. La aparición de Jesús, interpretado por Cliff Curtis, marca un punto de inflexión en la narrativa, llevando la historia hacia un terreno más espiritual.

El tercer acto de la película toma un giro significativo cuando Clavius se encuentra con lo que parece ser el Cristo resucitado. Esta sección explora temas de fe, duda y transformación personal, alejándose del enfoque investigativo inicial hacia una narrativa más centrada en el viaje espiritual del protagonista.

Aspectos técnicos y producción

Desde el punto de vista técnico, “Risen” se esfuerza por recrear el ambiente de la Judea del siglo I. La cinematografía captura los paisajes desérticos y las antiguas ciudades, buscando sumergir al espectador en la época histórica. El diseño de producción y el vestuario se centran en la autenticidad, desde las armaduras de los soldados romanos hasta las vestimentas de los habitantes locales.

La dirección de Kevin Reynolds opta por un enfoque realista en la representación de los elementos potencialmente sobrenaturales de la historia. Esta decisión influye en el tono general de la película, manteniéndola anclada en una perspectiva más histórica que fantástica. La banda sonora complementa la acción en pantalla, reforzando los momentos dramáticos y añadiendo tensión a las escenas de investigación.

Las actuaciones juegan un papel crucial en la narrativa. Joseph Fiennes, como Clavius, lleva el peso de la historia, representando el conflicto entre el deber y la duda creciente. Tom Felton proporciona apoyo como Lucius, mientras que Cliff Curtis, en su papel de Jesús, tiene un tiempo limitado pero significativo en pantalla. El resto del elenco, interpretando a los discípulos y otros personajes bíblicos, contribuye a crear un mundo histórico detallado.

La película incluye algunas escenas de acción, particularmente al inicio, que contrastan con el tono más reflexivo del resto de la narrativa. Estas secuencias, aunque limitadas, ofrecen una visión de la vida militar romana y establecen el contexto histórico en el que se desarrolla la historia.

Recepción y análisis

“Risen” recibió una variedad de respuestas por parte de la crítica y el público. Algunos elogiaron su enfoque único de una historia familiar, apreciando el intento de examinar los eventos bíblicos desde una perspectiva más secular. Otros, sin embargo, señalaron que el cambio de tono en el tercer acto podría resultar abrupto para algunos espectadores.

La película fue objeto de discusión en cuanto a su tratamiento del material bíblico. Mientras que algunos apreciaron el intento de ofrecer una perspectiva más histórica y basada en hechos, otros consideraron que se alejaba demasiado de las interpretaciones tradicionales. Este debate refleja los desafíos inherentes a la adaptación de narrativas religiosas para una audiencia amplia y diversa.

Desde el punto de vista de la representación histórica, “Risen” fue analizada por su precisión en la recreación de la época. Mientras que algunos aspectos fueron elogiados por su autenticidad, otros elementos fueron cuestionados por posibles anacronismos o licencias creativas. Este escrutinio es común en las películas que intentan recrear períodos históricos específicos, especialmente aquellos relacionados con eventos religiosos significativos.

El impacto de “Risen” en el género del cine bíblico y religioso ha sido objeto de discusión. Su intento de fusionar elementos de thriller de investigación con una narrativa religiosa representa un enfoque poco común en este tipo de películas. Este aspecto ha llevado a debates sobre las posibilidades y limitaciones de las adaptaciones cinematográficas de historias bíblicas y su potencial para atraer a audiencias más allá del público tradicionalmente interesado en este género.

El resto del elenco, que incluye a los actores que interpretan a los discípulos y a otros personajes bíblicos, ofrece actuaciones sólidas que ayudan a crear un mundo histórico creíble y envolvente.

Aspectos técnicos y visuales

Desde el punto de vista técnico, “Risen” es una producción impresionante. La cinematografía, especialmente en el tercer acto, captura la belleza áspera y la atmósfera de la Judea del siglo I. Los paisajes desérticos y las antiguas ciudades están recreados con un detalle meticuloso que sumerge al espectador en la época.

El diseño de producción y el vestuario merecen elogios por su autenticidad histórica. Desde las armaduras de los soldados romanos hasta las vestimentas de los habitantes locales, cada detalle contribuye a la verosimilitud de la historia.

La banda sonora, aunque no es particularmente memorable, complementa bien la acción en pantalla. Refuerza los momentos dramáticos sin ser intrusiva y añade un toque de misterio a las escenas de investigación.

Es notable la decisión de Reynolds de no recurrir a efectos visuales extravagantes para representar los elementos sobrenaturales de la historia. Esta elección contribuye a mantener un tono realista y grounded, permitiendo que el espectador se centre en el viaje emocional y espiritual del protagonista.

Impacto y recepción

“Risen” recibió críticas generalmente positivas tanto de la crítica especializada como del público. Se elogió especialmente su enfoque fresco de una historia familiar y su capacidad para apelar a una audiencia diversa.

La película fue particularmente apreciada por su tratamiento respetuoso del material bíblico, al tiempo que ofrecía una perspectiva nueva e intrigante. Muchos espectadores y críticos destacaron cómo la película logra equilibrar los elementos de fe con un enfoque más histórico y basado en hechos.

Sin embargo, algunos críticos señalaron que el tercer acto de la película pierde algo de impulso en comparación con la tensión y el misterio de los dos primeros. También se mencionó que el desarrollo del personaje de Clavius se estanca un poco después de su encuentro con Jesús.

A pesar de estas críticas menores, “Risen” se mantiene como una entrada única y valiosa en el género del cine bíblico. Su capacidad para entrelazar elementos de thriller de investigación, drama histórico y exploración espiritual la distingue de otras películas similares y la convierte en una experiencia cinematográfica memorable.

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Kevin Feige, el jefe de Marvel Studios, ha confirmado que Los Cuatro Fantásticos no será una película de orígenes, sino que serán un grupo de héroes ya establecidos, algo similar a lo que hicieron con Spider-Man.

“Mucha gente conoce esta historia de origen. Mucha gente sabe lo básico. ¿Cómo tomamos eso y traemos algo que nunca antes han visto? Nos hemos puesto un listón muy alto para llevar eso a la pantalla”. Dijo Kevin Feige a THR.

Marvel quiere repetir la fórmula del éxito.

Los Cuatro Fantásticos tendrá un proceso parecido al de Spider-Man de Tom Holland. Ya que este joven personaje fue presentado en Capitán América: Civil War (2016) y luego ha tenido tres películas en solitario con grandes cameos de otros héroes como Iron Man y Doctor Strange. Además ha participado en varias aventuras de grupo y fue importante en la guerra contra Thanos.

Por eso, la idea original de Marvel era contar con el director Jon Watts, que es el responsable de esa trilogía de Spider-Man, para dirigir a Los Cuatro Fantásticos. Pero al final el realizador ha preferido encargarse de una serie de Star Wars. Así que en el estudio de cine, ahora están a la búsqueda de un gran director. Entre los que han sonado con fuerza ha sido Steven Spielberg. Pero supuestamente ha declinado la oferta.

Así que, por ahora, no hay que descartar que presenten primero a Los Cuatro Fantásticos, juntos o por separado y después tengan su película en noviembre de 2024. De hecho, ya hemos visto a John Krasinski como Reed Richards / Mr. Fantástico en Doctor Strange en el multiverso de la locura. Aunque no está del todo confirmado que repetirá su papel. Además, hay un interesante rumor que asegura que veremos a Jason Segel como Ben Grimm / La Cosa en She-Hulk, aunque eso lo averiguaremos cuando se estrene la serie en Disney Plus.

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Mi derebro ha dejado de respirar
aflorando los sentimientos remotos
transformando los suspiros en oraciones
escribiendo las historias del pasado presente

Cuan aturdida esta el alma
siendo golpeada sin cesar
buscando liberarse de los yugos de la vida
respirando poesía que deja brotar

Nos volvemos respiración poetica
sudando oraciones que caen
formando historias del cansancio
que nos cuentan los placeres literarios

Nos convertimos en espíritus
nacidos por el resplandor del silencio
nos convertimos en esas letras
labrando el camino hacia el futuro

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Pero si una producción tenía esperanzas de elevarse de esta maldición era probablemente “Uncharted: Fuera del Mapa”, saga originaria del PlayStation 3 que cuando salió en 2007 desdibujó los límites entre los videojuegos y los filmes, al aplicar hábilmente las técnicas cinematográficas que se habían refinado a lo largo de las décadas para crear una especie de película interactiva inspirada en cintas de acción como “Indiana Jones” y sus predecesoras “El tesoro de Sierra Madre”.

Desafortunadamente, la aventura que nos presenta el director Ruben Fleischer (“Zombieland”, “Venom”) y llega a los cines este 17 de febrero no logra capturar la misma magia de los videojuegos que le dieron vida ni la de sus padres espirituales, navegando en ese intermedio plácido de películas de acción suficientemente entretenidas, pero finalmente olvidables.

Para aquellos a los que no les es familiar “Uncharted”, los juegos – y la película – siguen las aventuras de Nathan Drake, un buscador de tesoros que dice ser descendiente del corsario inglés Sir Francis Drake y que, a lo largo de sus aventuras, se encuentra con legendarias locaciones y artefactos como El Dorado, Shangri-La y el paraíso pirata de Libertalia.

La cinta en cambio nos muestra una historia alternativa del personaje, interpretado ahora por Tom Holland (“Spider-Man: No Way Home”). Aunque conserva los elementos como su posible descendencia de Francis Drake, este Nathan es un huérfano con afición a la historia que se gana la vida realizando hurtos menores a la clientela del bar neoyorquino en el que trabaja.

La oportunidad toca su puerta en la forma de Victor ‘Sully’ Sullivan (Mark Wahlberg), un veterano cazador de tesoros que le propone buscar el oro escondido por el explorador portugués Fernando de Magallanes durante su viaje de circunnavegación del planeta y, más importante para Nathan, información sobre su hermano mayor perdido. Se les une en su aventura Chloe Frazer (Sophia Ali), una dura aventurera con grandes problemas de confianza que sirve como una especie de interés amoroso para el protagonista.

Lo que sigue es una predecible, aunque entretenida aventura a lo largo del globo, llevándolos a locaciones como Barcelona y las Filipinas, con el poderoso empresario Santiago Moncada (Antonio Banderas) y su letal esbirra Braddock (Tati Gabrielle) pisándole los talones.

En ese aspecto, la historia de “Uncharted” es contraria a su nombre, y va por caminos ciertamente ya experimentados por sus predecesores que la hacen parecer una versión menos competente que el cuarto juego de la saga, “A Thief’s End”. Y si bien la trama mantiene la vaga coherencia interna que se espera de este tipo de aventuras arqueológicas al estilo de “Indiana Jones”, que la confrontación final se deba a un hecho fortuito es particularmente conspicuo, tomando en cuenta que intentó justificar al menos todos los eventos anteriores con explicaciones que tenían sentido.

Si hay algo para destacar en la cinta son sus escenas de acción, que en sus mejores momentos recuerdan al tipo de escenas que podríamos ver en una película de Jackie Chan, aunque por supuesto utilizando dobles de riesgo. La secuencia final me pareció particularmente inspirada y, sin adelantar nada, creo que es la primera vez que he visto una escena de ese tipo en una película.

El elenco en cambio varía entre aceptable y cuestionable. Curiosamente, aunque la decisión más controversial del proyecto fue la elección de Tom Holland como Nathan Drake, él está entre lo mejor de la película, aunque esto tiene que ver más con el carisma del actor que a otra cosa. Wahlberg, en cambio, es un Sully carente del encanto y actitudes redentoras que hicieron al personaje tan querido en los videojuegos.

Los otros miembros del elenco cumplen sus roles competentemente, con Tati Gabrielle visiblemente disfrutando su rol como la sádica Braddock, robándose la atención en cada una de sus apariciones. En cambio, Antonio Banderas parece desperdiciado en su rol, un villano patético y falto de atractivo cuya presencia en la cinta no aporta mucho.

“Uncharted” no es una mala película y si lo que busca el espectador es acción y emoción, los encontrará con creces. Pero para fans de la franquicia que esperaron por casi una década y media por esta adaptación, no se puede dejar de sentir que hubo un desperdicio de potencial, una sensación que no puedo dejar de comparar al haber esperado una década para hallar un tesoro escondido y encontrar una reproducción de buena calidad, perfecta para tenerla en casa, pero no para ponerla en un museo.

Puntuación

★★★☆☆ (Tres estrellas de cinco)

Titulo original: “Uncharted”

Director: Ruben Fleischer

Elenco: Tom Holland, Mark Wahlberg, Antonio Banderas, Sophia Ali, Tati Gabrielle

Género: Acción, Aventura

Duración: 116 minutos

Año: 2022

Clasificación: PG 13

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La mayor parte de problemas que puedes encontrar en un proyecto como ‘Cazafantasmas: más allá’ se pueden intuir en su tráiler. Los mimbres con los que se construyen esta secuela tardía son los mismos que otras secuelas tardías, reboots encubiertos o remakes recientes que tienen a personajes de las películas originales. Por lo tanto, a nadie debería sorprenderle que lo que nos espera en esta nueva aventura responda a unos patrones estándar para proyectos similares.

Podemos además percibir desde el material original que la nueva película trata de encajar en un escenario en donde su propia influencia ha creado el fenómeno de la cultura pop actual masivo ‘Stranger Things’, que aporta aquí a un Finn Wolfhard que ya se había vestido con el mono beige en la segunda temporada de la serie de Netflix. No puede negarse que esta nueva entrega llegue tarde al revival ochentero, pero es un caso en el que cabe preguntarse qué fue antes, el huevo o la gallina.

‘Cazafantasmas: más allá’ está dañada también por la presencia de un remake que recibió una ola de odio en redes que no merecía. Una actualización que trató de repetir el germen sobre el que se concibió la original, coger a los mejores cómicos de Saturday Night Live de su generación y hacer una comedia de terror con la sensibilidad de la era. El reparto de la versión de 2016 era espectacular y su mayor tropiezo fue plantearse como un episodio en acción real de la fantástica serie de animación que, a juzgar por las reacciones de muchos “fans” no parecían conocerla.

Por tanto, hay una serie de inconvenientes de partida que pueden hacer perder el interés en lo que plantea, pero la falta de originalidad no significa que no estemos ante uno de los grandes espectáculos de terror y fantástico del año. Desde el principio, hay algo especial en el proyecto que denota un mimo especial de Jason Reitman, el hijo del director de la original Ivan Reitman, que funciona en todo momento como un gran homenaje a una de las piezas fundamentales del éxito de la original, Harold Ramis, que no solo fue miembro de la cuadrilla, sino también guionista de la leyenda.

Nostalgia de plantilla, pero consciente y con gusto

La propia narrativa de la película, hablando de legados familiares que pasan de generación a generación, se refleja en el propio elemento extracinematográfico de un hijo tomando la antorcha de su padre, pero además hay un tono de elegía meta en todo momento que hace difícil no encontrar un punto encantador a toda la operación, que justifica incluso alguna de las decisiones más cuestionables en torno al artefacto nostálgico que acaba siendo, algo por otra parte inevitable y que no debería sorprender a nadie a estas alturas.

La operación de trasladar la tarea de acabar con espectros de los hombretones originales a unos chavales responde a unos códigos de revival que alcanzó el cénit en ‘It’ (2017) o ‘Stranger Things’ (2016), pero no se debe dejar pasar que uno de los nombres tras el guion es Gil Kenan, artífice casi él solo de este revival con su maravilla ‘Monster House’ (2008), que ya proponía una pandilla de jóvenes investigadores en una casa embrujada con un tono Amblin adelantado a ‘Super 8’ (2011) y la serie de Netflix. Su sello puede verse en esa casa desvencijada y la fascinación adolescente por lo sobrenatural.

Un humor más negro de lo que parece

Reitman utiliza el mismo recurso que Abrams, convirtiendo los elementos de la original en reliquias, poniendo a una protagonista femenina al frente que las descubre e incluso replicando el uso del Halcón milenario con el Ecto-1. El hilo argumental sigue el planteamiento de ‘Jóvenes Ocultos’ (The Lost Boys, 1987), con dos subtramas para cada hermano de una familia de madre soltera recién mudada y cae en la trampa del Baby Yoda de convertir a iconos de la franquicia en muñequitos, como el ataque de las pequeñas mascotas de la marca Marshmallows.

El gag de los comestibles convertidos poco menos que en Gremlins —hasta se utiliza algún efecto de sonido similar a los de la creación de Joe Dante– es una nueva repetición de la idea de las galletas de Jengibre de ‘Krampus’ (2015), pero lo cierto es que su comportamiento anárquico y suicida a lo Lemmings tienen un componente de humor macabro que no solo salva la idea, sino que conforma parte del tono de la película, mucho más macarra de lo que puede parecer en un primer momento gracias a un guion simpático pero también lleno de socarronería.

Desde un profesor que pone ‘Cujo’ a sus alumnos de 12 años, los chistes negrísimos de Phoebe o esa madre desastrosa al estilo ‘Young Adult’ (2011), el sello del Jason Reitman ácido de ‘Gracias por fumar’ (2005), o el que dirigía a Elliot Page viendo películas de Herschell Gordon Lewis junto a Jason Bateman está presente durante toda la película, con un guion preciso, bien escrito y con un gran timing para la comedia, algo que se echa de menos en la piara de estrenos de plataformas que aparecen todas las semanas.

Ocurrente, divertida y con grandes FX

La mitad del éxito de ‘Cazafantasmas Más Alla’ es su inspirada elección de casting. Mckenna Grace no es extraña a los fans del cine de terror, pero aquí tiene más espacio para mostrar su estrella, todo un hallazgo como una pequeña Spengler, que replica de forma brillante la forma de ser de su abuelo. Además de ese acierto, le acompañan un ocurrente Logan Kim, el siempre efectivo Finn Wolfhard, la divina Carrie Coon y un Paul Rudd siempre absurdo e inesperado al que es imposible no adorar.

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Lo más decepcionante del conjunto es que cuando la película explota de verdad no acaba de aprovecharse del todo su ejército de fantasmas y monstruos y parece que tiene prisa por llegar a cierto momento clave en la trama. No obstante, el terror juega con una mezcla de lo familiar y lo nuevo que funciona mejor cuando se apoya en la atmósfera, recuperando parte del peligro que desprendía la original. Además, hay una mezcla de efectos especiales con animatronics tangibles con digital admirable en estos tiempos.

‘Cazafantasmas: más allá’ tiene tantos guiños a la original que a veces su fan service juega en contra y la hace predecible, pero si sabe aprovechar su plantilla con una mezcla equilibrada de terror, aventura juvenil, revelaciones bien colocadas, y comedia con estupendas secuencias de acción –maravilloso homenaje a ‘Hatari’(1962)–, gags que funcionan, y un plan general sorprendente que sabe encajar muy bien todas sus piezas con una aproximación visual muy digna, un guion con alma y personajes que importan, y un presupuesto de 75 millones que lucen mejor que los 200 de algunos blockbusters de estreno doméstico recientes con peste a telefilm. No está el cine para dejar pasar estrenos en la gran pantalla como este.

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• Dirigida por

  Destin Daniel Cretton

• Guión de

  Dave Callaham, Destin Daniel Cretton, Andrew Lanham

• Producida por

  Kevin Feige, Jonathan Schwartz

• Reparto

  Simu Liu, Awkwafina, Meng’er Zhang, Fala Chen, Florian Munteanu, Ronny Chieng, Michelle Yeoh, Tony Leung

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