Los gritos de la mente
acechan en la oscuridad,
quebrantando la paz
de almas condenadas.
Los torturan
pensamientos negros,
invadiendo cada rincón,
buscando romper la serenidad.
Voces interiores
clamando por maldad,
demonios del averno
que envuelven los corazones.
Gritos de la mente,
desgarrantes como el alba,
sacrificando la inocencia
de los tiempos de silencio.
Espacios tan crueles
como el desamor,
que llama a la puerta
para escupir en el rostro.
Gritos de la mente,
nacidos en una ruptura;
carga tan vil
como la piel misma.
José Carlos Botto Cayo
Fuente: Botto Cayo, J. C. (s.f.). Bottocayo. Obtenido de https://bottocayo.com/
Los comentarios están cerrados.