José Carlos Botto Cayo
Un poema se ha perdido,
un decir de decires
que escribí una noche,
un poema de amor.
El poema era una declaración,
un cantar de nuestras luchas,
unas letras de amor revolucionario,
quizá unas balas de tinta.
Un poema sobre revolución
fue escrito como el amor,
ya que el amor cambia el mundo:
solo se necesita amar para revolucionar.
Un poema se perdió,
dejando el papel en blanco,
extrañando esa dulzura que tenía,
sobre el que hoy escribo su historia perdida.
Hoy el poema es un desaparecido,
como los miles de los que escribía;
es uno más de esos héroes no anónimos
que inspiran muchas letras.
Un poema desapareció
y nos dejó, con ello, un sabor amargo,
como esas historias
que nos hacen cantar y luchar.