Tupac Amaru II
Tupac Amaru II
Jose Carlos Botto Cayo
En la historia del Perú tenemos una serie de personajes que sirvieron de base para lograr la independencia de nuestro país. Entre ellos encontramos a un joven que nació en Surimana, en el departamento del Cusco, en 1738. Fue conocido como Tupac Amaru II.
Su historia se encuentra en el año de 1780, fue un descendiente de los incas, José Gabriel Condorcanqui o Quivicanqui, tomó el nombre del último emperador de los Incas, Túpac Amaru, que había sido asesinado por el virrey Francisco de Toledo. Viendo los abusos y excesos que se cometían, encabezó una rebelión de indígenas y mestizos contra el poder español (Fernández, 2015 ).
El origen de la crisis
Como antecedente al surgimiento de las rebeliones en América, tenemos los problemas económicos que estaban afrontando las colonias. Esto debido a los impuestos excesivos que se habían dado, producto a la falta de dinero en ellas. La implementación de reformas que cambiaron el antiguo orden colonial entre 1776 y 1787, cuando José de Gálvez tomó el control de la Secretaría de Indias, tuvo resultados diferentes en las distintas regiones. Como consecuencia, estas medidas favorecieron el crecimiento de las economías portuarias vinculadas al comercio con España (Fernández, 2015 ).
En regiones como Perú, el impacto fue negativo, afectando duramente la economía, sobre todo en las regiones campesinas y urbanas. Esto trajo como consecuencia los levantamientos de la población, debido a los problemas económicos que los cambios habían traído consigo. Los pueblos indígenas de Perú también fueron sometidos al servicio personal obligatorio o la imposición de la mita. En general, a la mita se le permite construir casas particulares porque se considera “de interés público”, pero se le deja cultivar ciertas plantas consideradas dañinas, como la coca (Fernández, 2015 ).
“El sistema de mitas tuvo graves consecuencias, porque el traslado de la sierra al llano y del llano a la sierra de la población indígena (lo que se ha dado en llamar la “agresión climática”) desencadenó una gran mortandad entre los indios peruanos; las aldeas se iban despoblando, de modo que a los supervivientes les tocaba cada vez con más frecuencia cumplir el servicio de mita. No eran los únicos en ser explotados: los que trabajaban en los obrajes (fábricas de tejidos) comenzaban su tarea al alba, no la interrumpían hasta que las mujeres les traían la comida y continuaban hasta que faltaba la luz solar, en una extenuante jornada” (Fernández, 2015 ).
La rebelión
Tupac Amaru II, motivado por los abusos que se venían cometiendo, va a levantarse en armas un 4 de noviembre de 1780, en el pueblo de Tinta (50 leguas al sur del Cusco) y motivó al levantamiento a todo el sur del Virreinato del Perú, hasta la región de Charcas. Repercutió, además, en el resto de los dominios españoles de Sudamérica (Perez Ocampo, 2021).
El primer acto de la revolución se da con la captura del corregidor de Tinta, Antonio de Arriaga, quien fue ejecutado públicamente. Inmediatamente después, siguió adelante hacia el norte con el apoyo de los pobladores que, en su mayoría, estaban armados de picos, palos, hachas y sólo algunas armas de fuego. Bajo estas condiciones, llegará a ganar la batalla de Sangarará, llevada a cabo el 18 de noviembre de 1780. Se retirara a a Tinta, donde el día 27, lanzó un manifiesto explicando las causas que le habían llevado a la sublevación. Poco después recorrerá diferentes ciudades buscando la incorporación de personas se unan a su causa (Perez Ocampo, 2021).
Como consecuencia de los sucesos de Sangarará, crece el temor y empieza a haber un desbande de las tropas de la ciudad de Cuzco. Ante esto, el corregidor promulga una norma prohibiendo abandonar la ciudad y prometiendo acceder a todas las peticiones formuladas, a la vez que el obispo Juan Manuel Moscoso excomulga a Túpac Amaru y a todos sus seguidores, reforzándose en adelante la beligerancia de la jerarquía eclesiástica y el clero contra el movimiento rebelde (Laviana Cuetos, 2012).
Luego de su victoria en Sangarará, Túpac Amaru abrió el camino al Cusco. Sin embargo, su decisión de no avanzar a la ciudad en ese momento fue un error táctico, (pensaba que allí tenía muchos apoyos y tal vez creía que podía tomarse pacíficamente), pues dio el momento en que las autoridades de la Gobernación Colonial organizaron la defensa. El 28 de diciembre comenzó el sitio del Cusco que se prolongó hasta el 10 de enero de 1781. Tras fracasar en la toma de la ciudad tras tres reñidas batallas, Túpac Amaru ordenó el retiro de las tropas, considerado como una decisión prematura y poco acertada militarmente. Poco después llegaron tropas limeñas al mando del mariscal José del Valle, por lo que a principios de marzo había más de 18.000 efectivos en la zona, de los cuales más de 14.000 eran indios. El 6 de abril estalló la Batalla de Tinta, en la que fueron derrotados y capturados Túpac Amaru y otros jefes rebeldes y miembros de su familia (Laviana Cuetos, 2012).
Captura y juicio
Entrada la noche del 5 al 6 de abril de 1781, se da el golpe final a los sublevados en la batalla de Checacupe. Túpac Amaru II se retiró a Combapata, pero fue traicionado por el criollo Francisco Santa Cruz, que lo entregó a los realistas junto con su familia. Para el líder de los rebeldes estaban reservadas, en los días que mediaron entre su captura y su ejecución, las torturas mandadas ejecutar por el implacable visitador José Antonio de Areche, cuya misión consistía en averiguar los nombres de los cómplices del vencido caudillo. Sin embargo, pese a los pocos miramientos que tuvo para con el prisionero, no obtuvo de Túpac Amaru sino esta noble respuesta: “Nosotros somos los únicos conspiradores: Vuestra Merced por haber agobiado al país con exacciones insoportables y yo por haber querido librar al pueblo de semejante tiranía.” (Fernández, 2015 )
Muerte de Túpac Amaru II
El 18 de mayo de 1781, conforme a la sentencia dictada cuatro días antes, el visitador Areche mandó ejecutar sañudamente, en presencia de Túpac Amaru, a la esposa, hijos y otros familiares y lugartenientes del cabecilla en la plaza de Cuzco. El propio Areche hubo de conceder que Túpac Amaru era “un espíritu de naturaleza muy robusta y de serenidad imponderable”. Lo cual le hizo entender que no podría hacerlo colaborar por lo cual ordeno que fuera atado de pies y manos a cuatro caballos montados por jinetes españoles. A la indicación emitida en una sola voz, estos hombres tiraron para cada lado con la intención de desmembrarlo, pero sus acciones no dieron resultados (infobae, 2022).
Obedeciendo nerviosamente el edicto en lugar de ser castigados por violarlo, apretaron las cuerdas para permitir que el cuerpo del líder revolucionario se estirara. Según registros históricos, aunque intentaron acabar con su vida, el héroe nacional aún se aferraba a su existencia.
Ante el fracaso de este castigo corporal, tuvo que intervenir el inspector Areche, quien inmediatamente ordenó su decapitación y descuartizamiento. Los cuerpos mutilados fueron paseados por la ciudad para que los lugareños pudieran ver por sí mismos lo que sucedería si se atrevieran a plantar cara a la supremacía española que defendían (infobae, 2022).
Referencias
Fernández, T. y. (18 de Julio de 2015 ). Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Obtenido de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tupac_amaru.htm
infobae. (5 de Noviembre de 2022). infobae. Obtenido de https://www.infobae.com/america/peru/2022/06/22/como-murio-tupac-amaru-el-lider-de-la-rebelion-mas-grande-de-la-historia-colonial/
Laviana Cuetos, M. L. (18 de Mayo de 2012). Real Academia de la Historia. Obtenido de https://dbe.rah.es/biografias/15298/jose-gabriel-condorcanqui
Perez Ocampo, G. (11 de Noviembre de 2021). Cusco.org.pe. Obtenido de https://www.cusco.gob.pe/bmc/la-rebelion-de-tupac-amaru-y-el-bicentenario/