El fugitivo

El Dr. Richard Kimble, un inocente obligadoperseguido por la ley

Pues si, este era el punto central de la serie más seguida de los sesenta. David Janssen interpretaba a un médico de Stanford, el Dr. Richard Kimble, que descubre el cadáver de su mujer y solo acierta a atisbar la figura de alguien que huye de su casa: un manco. Pero la policía no lo cree, lo detienen, y es juzgado y condenado a muerte. No obstante la suerte está de su lado, y cuando se dirige a la penitenciaria donde debe ser ejecutado, el tren en que viaja junto al teniente Philip Gerard (Barry Morse), descarrila, el buen doctor ve la oportunidad y se escapa. A partir de ese momento su vida solo tiene dos objetivos: que no lo capture el teniente Gerard y encontar al Manco, el asesino de su esposa con lo que podrá demostrar su inocencia. No le quedaba otra. El teniente tenía el papel del malo y el doctor el del bueno: todos sabiamos que el doctor Kimble decía la verdad, y el teniente era un cumplidor de la ley a rajatabla. En cada capítulo el doctor Kimble se metía en algún que otro lío por ayudar a los demás, claro está, y al final cuando el teniente estaba cerca lograba escabullirse de nuevo…hasta el siguiente episodio. El teniente Gerard era como un odioso e implacable perro de presa, funcionario ejemplar que a la pregunta de si tenía dudas sobre el caso respondía “La ley lo encontró culpable y yo acato la ley“. El no estaba para discurrir o plantearse preguntas, solo para hacer cumplir la ley (¿Victor Hugo, Los miserables?) Este esquema se repetió durante 120 capítulos, cada uno de los cuales dejaba al espectador en ascuas hasta la semana siguiente. Las tres primeras temporadas se filmaron en blanco y negro y la cuarta en colotr, aunque en España todo fue en blanco y negro, claro está.

El creador de la serie fue Roy Huggins, miembro del Partido Comunista Americano, al menos hasta el pacto germano soviético, y quien delató a varios compañeros en la famosa caza de brujas macartista en 1952, al igual que hiciera Elia Kazan. Hay quien dice que para la serie se inspiró en un hecho real bastante mediático: un médico que fue acusado del asesinato de su esposa, que no huyó y fue condenado a prisión, y que tras 10 años consiguió ser declarado no culpable. Fue su hijo quien se empeñó en encontrar al verdadero asesino, y parece que lo logró. Aunque la idea del inocente perseguido no era nueva en la literaruta ni en el cine. Sea como sea este director dió con la clave y la serie se convirtió en todo un éxito, recibiendo un Globo de Oro en 1964 por su protagonista y un Emmy en 1966 como serie dramática. Además de los dos protagonistas invariables de la serie, aparecieron un buen plantel de actores entre los que destacaría Robert Duvall, Telly Savalas, Leslie Nielsen, o Mark Russell.

A Barry Morse lo volveríamos a ver en series como Espacio:1999 o Perdidos en el Espacio, mientras que David Nissen aparece en películas como las Sandalias del Pescador, Boinas Verdes entre otras. Su personaje volvió al cine, esta vez en formato de largometraje en 1998 protagonizado por Harrison Ford y Tommy Lee Jones en el papel del tenez policía.