Cuando no estoy
siempre estas tu
recordándome que estoy vivo
regresándome a este mundo
Si pierdo la cordura
tus brazos me sujetan
asfixiándome de razón
para no caer por descuido
Cuando anochece en madrugada
tu luz envuelve mi alma
seduciendo mis sentidos
despegándome de la almohada
Si la luz del silencio apareciera
apagarías su brillo con una brisa
desterrando las esquirlas
de ese sentimiento explosivo
Hoy te tengo a mi lado
prendiendo las velas de mi alma
compartiendo las memorias
las subidas y las marejadas
Si no estoy hoy
siempre estas tu
alumbrando la mitad del camino
para que ilumine tu otra mitad